El pasado 6 de octubre, el Sindicato de Estudiantes convocó una huelga debido a los recortes que el Gobierno quería tomar con respecto a los servicio públicos y, en concreto, a la educación. Estas manifestaciones tuvieron lugar en numerosas ciudades de España, acabando el día con mucho éxito e importancia mediática, en especial en la ciudad de Madrid en la que incluso los profesores secundaron esta huelga, manifestando su descontento con el Gobierno y su apoyo a la reivindicación por parte de los estudiantes.
Las consecuencias de estas medidas llevadas a cabo por los que nos dirigen son: dejar en manos privadas el sistema educativo, empobrecer la calidad y nivel de enseñanza, recortar y empeorar las condiciones laborales del profesorado, etc.
Y al encarecer el acceso a los estudios medios y superiores limita la cantidad de personas que puedan cursarlas, permitiendo una educación solo a los adinerados, por lo que la educación pública estaría acercándose cada vez más a una educación privada, cosa que en el siglo XXI no se puede permitir.
Y al encarecer el acceso a los estudios medios y superiores limita la cantidad de personas que puedan cursarlas, permitiendo una educación solo a los adinerados, por lo que la educación pública estaría acercándose cada vez más a una educación privada, cosa que en el siglo XXI no se puede permitir.
Ese mismo día, un grupo de estudiantes de este instituto (I.E.S. Maestro Diego Llorente) fuimos a la manifestación convocada en Sevilla, prefieriendo coger un autobús y salir a las calles de Sevilla que quedarnos en nuestras casas viendo cómo otros luchan por nuestro derechos. Así que decidimos unirnos a este grupo de manifestantes para dar a conocer nuestra disconformidad con este sistema y nuestra preocupación por nuestro futuro y la de las generaciones futuras.
La manifestación comenzó en la Plaza de la Encarnación a las 12.00 horas, donde había reunidos un gran número de personas, principalmente jóvenes, pero a los que se nos unieron después personas mayores, y todos juntos recorrimos de forma pacífica parte del centro de Sevilla, cantando y gritando por nuestros derechos y para que todos oyeran la verdad de esta situación, que se podría solucionar fácilmente si los que nos dirigen se sacrificaran un poco por el pueblo y se elimasen algunos de los tantos privilegios que tienen y que suponen un coste enorme.
Fue una experiencia bastante agradable y que a todos nos encantó por el hecho de estar rodeado de gente que comparte una misma ideología y formar parte de un movimiento luchador y que intenta conseguir el bien de todos. Es por esto que puede que volvamos a formar parte de estas movilizaciones críticas y abiertas que exijen una educación pública, de calidad, laica, gratuita y con igualdad de posibilidades para todos, porque no podemos olvidar nunca que la educación es un derecho, no una mercancía.
Realizado por Antonio Rivas Rincón
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